Envase y embalaje seguirán creciendo

12/04/2012
Javier Zabaleta Merí
Los datos de la industria de envase y embalaje referidos al año 2010 y el adelanto de las cifras provisionales de 2011 anuncian una evolución positiva. Se trata de una percepción basada en el cambio de tendencia sobre los resultados de los dos años anteriores y la recuperación de la cifra de negocio.
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Las perspectivas en general son buenas y esta percepción viene avalada por diversos estudios internacionales. Un reciente informe de PIRA señala que en 2016 la facturación global de la industria alcanzará los 820.000 millones de dólares, empujada por una mayor demanda de alimentos envasados, especialmente en los nuevos países emergentes.

Las mejores condiciones económicas de la población de estos países fomenta la preferencia hacia los alimentos envasados y estos se convierten en la clave del crecimiento. La perspectiva de un futuro crecimiento debe ir acompañada por una mejora continua en materiales, envases y prestaciones. La industria agroalimentaria es hoy por hoy el mayor consumidor de envases y de forma permanente está proponiendo nuevas mejoras o buscando aspectos en el packaging que les aporte un plus de diferencia sobre la competencia.

En los últimos meses están saliendo propuestas en este sentido, como las del envase comestible. Lejos todavía de obtener un material con esas características, algunas líneas de investigación se orientan en este sentido, buscando nuevos usos a los residuos de alimentos hasta convertirlos en materia prima de futuros envases.

No se trata de soluciones descabelladas, aunque habrá que situarlas en una perspectiva más cercana a la realidad que a la ciencia ficción.  Si se consiguen resultados razonables a través de una tecnología sencilla y asequible se podría dar respuesta a la necesidad de una drástica reducción de residuos, al tiempo que se utilizan recursos renovables.

Dentro de unas semanas se celebra Hispack y se prevé una elevada afluencia de profesionales, con una alta representación de la industria agroalimentaria, junto con otras industrias también muy activas en materia de envase y embalaje como la farmacéutica y cosmética-perfumería.

La feria será también un buen termómetro para valorar las perspectivas de exportar soluciones a países emergentes como China , que ya es el segundo país consumidor de envases y embalajes después de Estados Unidos, o Rusia. También es el momento de valorar la buena situación económica que atraviesan algunos países latinoamericanos como Brasil.

Ese será el mejor momento para tomar el pulso al mercado, recopilar información y planificar las estrategias de futuro.